¿Por qué debo acudir frecuentemente al dentista?

1. Infecciones o «dolor de muelas»: Si uno tiene un agujero en una muela y se descuida, este progresa hacia el interior pudiendo afectar al nervio, que se inflama y se infecta

2. Fracturas y grietas en los dientes: Este mismo problema puede derivar a su vez en una rotura, que se produce cuando esa pieza dental está muy agujereada por dentro y al quedar hueca esa zona, se quiebra al masticar.

3. Bruxismo: La ansiedad y el estrés explican en gran medida el origen de esta patología cada vez más común, que supone que la persona rechine o apriete los dientes de manera consciente, durante el día o inconscientemente por la noche. En consecuencia, se pueden producir erosiones, desgaste e incluso fractura de dientes.

4. Caries: Esta es una de las afecciones más comunes en adultos y niños, y que debe ser atendida para evitar posibles complicaciones.

5. Problemas Digestivos: el deterioro de las muelas o la falta de estas provoca que quienes lo sufren «desgasten» más las otras piezas dentales. Lo conveniente es masticar para que el alimento pase ya triturado, pero si nos faltan muelas lo que hacemos es engullirlo, de forma que este llega en unas condiciones que no son las apropiadas para que el proceso digestivo sea el fisiológico.

6. Cáncer oral: No es esta una de las afecciones más comunes, pero sí podría ser también una de las consecuencias del descuido de la salud bucodental. Una prótesis que se está desajustando, al moverse constantemente puede producir roces en la encía y ese roce constante desencadenar lesiones mayores, que podrían derivar en algún caso de cáncer de boca.